las horas no tenían importancia en el nuevo horario.
La gente lo veía extraño, pero ya se había acostumbrado a qué las caras de las personas lo vieran con sorpresa lo invadieran al salir a la calle.
Salió de su casa y nadie se percato de su "extraña forma de vestir".
Un sombrero con bombín, tirantes a su pantalón, tenis estilo "converse" y una camisa realmente deslavada por el tiempo, pero que significaba bastante parra él.
Le agradaba salir temprano a las calles no transitadas, observar minuciosamente los gestos de aquellos que llamaban "vagabundos",y correr como loco en las calles vacías, todo esto consistía en una parte de su libertad, de poder reírse por un rato sin sentido estando solo.
Sabía como existir sin que nadie lo viera ni lo conociera, pero conocía a mucha gente que ignoraba de su existencia por el triste hecho de que todos vivían "al día".
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