Reflexionando en el camión

Subes al camión.
Le das tu pasaje al señor que conduce e instantáneamente piensas dónde vas a sentarte.
Ves los lugares vacíos, buscas una ventana, te pones tus audífonos y te desconectas de la comunidad que comparte el mismo destino que tu, o al menos la misma ruta.
Volteas a la ventana y ves como una chica en bicicleta arrepasa el camión, ella lleva una bicicleta bonita, de color  naranja con una canasta blanca, salpicaderas, un timbre y velocidades, encima lleva una gran mochila blanca y en su cabeza un sombrero rosa la cubre del sol.
Adelante de ti van unas chicas riendo a montones sobre quien sabe que, al otro lado del pasillo hay un hombre que juega con su DS, atrás otro hombre escuchando música.
Un "indocumentado" sube a la unidad, comienza diciendo que su sueño es irse a los Estados Unidos, que  quiere mandar dinero a su familia y que deja su destino en manos de Dios. Comienza a pedir dinero persona por persona -como si no fuera suficiente de que tienes que trabajar para pagar tu propio pasaje también tienes que pagar el de un hombre que viaja de a gratis- hay quienes le dan una moneda, otros lo ignoran,  mientras que el hombre que estaba a un lado del pasillo deja su DS y le pregunta al indocumentado: ¿Cómo piensa sobrevivir en los Estados Unidos? , a lo que el hombre un poco molesto le responde que no sabe, que solo quiere llegar y que se haga lo que Dios quiera, y lo bendice.
"Lo que Dios quiera" curiosa frase, tal vez debería pensar mejor en lo que realmente él quiere y no ser supersticioso, pues cada hombre hace su camino, y así tal vez el Dios en el que él cree podría ayudarlo, pero  de cualquier forma, respeto lo que piensa, y mejor lo observo con una mirada que dice que no le daré nada.


Estoy segura que no seré la única que le ha pasado, pero esa duda entre quienes son realmente indocumentados y quienes no probablemente nos haga pensar un rato, al igual que el decidir si darles dinero o no, el pensar que va a ser de ellos una vez que lleguen a los E.U. ¿los agarraran en la frontera? y si pasan la frontera, ¿saben hablar ingles? ¿sabrán dónde quedarse? ¿cuánto tiempo se van? ¿no les es mejor quedarse? y si tienen familia ¿por qué se arriesgan asi? ¿será tanta su desesperación?


Ese hombre mientras sigue su camino, baja del camión, y espera subirse a otro, me ha dado tantas cosas que pensar en mi trayecto, en un simple día, en un simple camión.

Comentarios

Entradas populares