Amanda Strikes II

Amanda Strikes II*

Ojala estuvieras enamorada de mí.

Amanda Strikes, maldita perra, ¿Por qué sigues pensando en él? Sé que te mueres de miedo por estar conmigo, que sabes que cuando estamos juntos mi piel desea tu contacto, a cada segundo espero ese accidente en el que toco tu mano, en el que me saludas de beso y siento tu calor en la mejilla, en que quisiera que la música se detuviera y existiera otra excusa que justificara esa inmensa sensación.

Desearía que te enamorarás perdidamente de mí, pero al mismo tiempo no sabría qué hacer con semejante cariño, porque sé que tu forma de amar es tan diferente a lo que he estado acostumbrado, es tan linda, tan especial, tan explosiva, tan acelerada, tan estúpida pero lo peor es que me gusta.
No puedo separarme, quisiera dividirme más, ¿No te das cuenta que te estoy dando esa parte de mí qué a nadie más le doy?

Quiero abrazarte, quiero gritarte, creo que quiero lo mismo que tú, pero deseo tanto que te quedes conmigo, desvelarme escuchando tu voz, estando en silencio, creando escenas en mi mente, sintiendo tu presencia. Duermo entre desvelos de mi delirante mente que solo tú puedes controlar y bajar y tranquilizar, que explotas en cada palabra que toca esos labios pintados de rojo artificial y que desearía besar de nuevo. Juegas con mi cuerpo, yo no soy, no son mis manos las que te tocan de esa forma, esa ese imán que se activa, descontrolas mi brújula y cuando me doy cuenta ya estoy justo enfrente de ti. Y disculpa si lo digo, pero es que me estoy ahogando de sensaciones que no quiero que se queden en mi cabeza, que quiero reactivarlas en tu ausencia cuando no me respondes, cuando te veo a lo lejos, cuando me quedo con tu aroma mientras bajas del coche.

Amanda, maldita sea, ¡¿Por qué no estás aquí?! Para descontrolarme, evitar que piense con tanta coherencia, dejar un momento esa anestesia social idiotizante, y acostarte en mis piernas sin decir nada porque no se trata de cuanto podamos hablar sino de que tanto podamos sentirnos cómodos para ser quienes somos y aun así querer seguir, como locos, estando juntos.

Llámame y no me llames, búscame y no lo hagas, no puedo prometerte nada, y no es porque no quiera o no pueda, es porqué sé que justamente lo cumpliré y no quiero cumplirte, no quiero ser el ideal contigo, quiero ser tan imperfecto que sea imposible el poder separarnos.
Había olvidado esa sensación, mis piernas torpes al caminar y mi esperanza de que pueda seguir rozando mi mano con la tuya al caminar, tan solo para un día tal vez,  tomarla con autoridad de saber que de ese sentimiento ya no hay marcha atrás.





*http://medicenpay.blogspot.mx/2016/06/amanda-strike.html


Comentarios

Entradas populares