Soy buena para hacer nada



Hace algunos meses platicaba con un amigo sobre la famosa crisis de los 20s, crisis que no creía que existiera pues yo  me encontraba completamente segura de lo que hacía y de lo que me iba a suceder, pero sin darme cuenta en esos días ocurrieron un montón de sucesos inesperados que me sacaron de mi visión y rompieron con mi paradigma. ¿Qué rayos iba a hacer? si se supone que todo lo tenía planeado y el saber que mis planes habían sido fallidos me hacía pensar que algo en mi vida no estaba funcionando o que tal vez yo andaba forzando las cosas.

¿Estaba haciendo las cosas correctas o solo hacía lo que mis caprichos me dictaban bajo el disfraz de un verdadero deseo y placer? 

No lo sé realmente, pero comencé a realizar muchísimas actividades como me era posible. Busqué meterme a equipos, salir con otros amigos, escuchar música que no me convencía, ver películas que no pensaba y leer libros que no imaginaba.

Siempre llega un momento en que después de un rato, en algún momento de tu vida ves que todo lo que has hecho y practicado no ha funcionado. Siempre hay alguien mejor y  peor que tú en todo lo que estás haciendo. Esa forma extraña en la que comienzas inevitablemente a compararte con quienes conoces y con quienes no. Te das cuenta que en realidad no eres tan bueno en lo que haces, que lo que te gusta es extraño y no siempre se adapta a lo que todos hacen y más aún , te falta mucho por mejorar.

"No soy bueno en nada"
"¡qué es lo que estoy haciendo!"

Si, si si 
Todos pasamos por ese momento, tal  vez la mayoría de las personas conocemos ese instante como la crisis de los 20s, algunos otros será antes o después, y mientras buscamos una forma de identificación y temas de conversación que puedan acomodarnos a nuestra confusa y contorsionada visión. 
Pero lo cierto es que más allá de que seamos buenos o malos en algo, creo que cuando no nos cansamos de intentarlo estamos en el lugar correcto. Claro que en algún momento perderemos la paciencia pero el gusto o tan solo la ilusión, la "esperanza" por poder lograr algo, cambiar algo es lo que nos acerca a la seguridad de nuestra forma de ser.

No existe algún destino ya escrito, ni una clase de frase mágica que pueda decirnos con certeza la mejor elección de nuestro futuro. Si existen los errores, también se agotan las segundas oportunidades, pero... es ahí donde la condición de  poder elegir es la que nos hace humanos y nos hace reales.

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