Lo que nadie te dice de ser mujer
Odio ser mujer.
Para esos momentos en qué desearía poder
quedarme hasta tarde en una huelga, para que no se quejaran que tengo
"deberes de mujer que cumplir".
Estoy segura que si fuera hombre, el tema
de mi sexualidad será algo mundano, sin importancia, y algo que solo yo podría
decidir a quién hablar y con quién comenzar.
Sería "común" que pasara tanto
tiempo sola, qué me gustara mucho estar afuera de mi casa sin la necedad de llamarme
vaga o desobligada.
Sería normal que me
gustaran los deportes toscos y violentos al igual que fumar, el hacerme
tatuajes también y el trabajar hasta tarde sería algo común.
Odio ser mujer cuando no puedes adornar tu cuerpo con ropa porque provoca a los hombres, cuando no puedes evitar
que alguien te falte al respeto o que alguien te llame "Puta".
Odio ser mujer cuando solo te enseñan la
historia de los hombres, cuando solo estás al pendiente por escuchar algún
nombre femenino para aprendértelo bien, pero esto solo ocurre dos o tres veces.
Odio ser mujer cuando los hombres se ríen,
hacen bromas o les molesta el hecho que estés
en tus días.
Odio ser mujer cuando un hombre se echa a
correr para manosearte, cuando se acerca en motocicleta y se lanza para poder tocarte
los senos o las nalgas. Cuando te empiezan a hablar con un sustantivo y no por
un pronombre.
Si tan solo pudiera cambiar de sexo por un
momento, para que cuando fuera el hermano mayor pudiera mostrar que mi hermana
se defiende por si sola, pero que también, cómo todos los hombres, hay que
respetarla. Para que si fuera un padre de familia poder apoyar a mi hija en
todo momento de duda, mostrarle que no debe de temer por ser quien es, y
tratarla igual a que si fuera un barón pues al final no es un sexo, es un hijx.
Para que si fuera novio pudiera apoyarla en todo momento de enfrentarse a esa
diferencia sexual y abrazarla cuando ando más "sentimental".
Lo cierto es que ser mujer se vuelve deteriorante
cuando un montón de idiotas guardan la connotación de que somos seres que
hacemos de todo sin quejarnos, que somos seres sumisas y que somos
conformistas. Qué somos el sexo débil por ser pasivas y por venir de una
costilla. Porque no somos conocidas en la historia y porque los títulos
importantes son en masculino y no en femenino. Porque una mujer que no
llega en la noche a su casa es una fácil, pero en un hombre es porque anda de
fiesta.
Odio ser mujer por culpa de esos idiotas
que creen que siempre debemos de ser así, pero más odio que ellos no se puedan
dar cuenta de lo que provocan por sus obsesivas y anticuadas formas de tratarnos
y creer que nos entienden para poder ser iguales.
Comentarios
Publicar un comentario