Válvula de Escape 2

Válvula de Escape 2 

Se  acercaba el día, lo sabía muy bien cómo la fecha que es inevitable enfrentar.
A decir verdad ya no quería saber nada de eso, ya que quería olvidar todo lo sucedido, quería  olvidar todo lo que había provocado mi accidente, pues  para mí solo era un atraso de ideas superfluas que no tenían que seguir.

La contante pregunta seguía en mi mente: ¿Qué  hubiera pasado si....? si me hubiera ido de viaje, si ese día  no hubiera querido desaparecer, si ese día no hubiera estado tan propensa a mis emociones, si me hubiera quedado en mi casa a pesar del mal clima, si no me hubieran escrito un mensaje, si no hubiera tenido cierta conversación.

No me gusta creer en el destino, pero siento que algunas veces somos parte del juego de un niño que se burla de nosotros por nuestras circunstancias tan frágiles y sensibles. No era parte de este juego que muriera o que perdiera la memoria, ni que me ocurriera alguna lesión que me cambiara mi forma de vivir.
Solo somos frágiles sentimentalmente, solo sirvió para que me detuviera en mi extenso pensamiento y me dejara estar en paz, solo sirvio para saber a quién le importaba y a quién no.
Sirvió para quedarme en cama, para leer novelas de violencia y distraerme de lo que deseaba hacer. Sirvió para desesperarme de no poder hacer lo que estaba acostumbrada y extrañar tanto a los que quiero; para  torturarme con pensamientos pesimistas. Para entrar en la crisis de preguntarme qué  es lo que quiero  seguir  haciendo y como lo voy a hacer, qué es lo que puedo hacer. Ver a la ventana los  días soleados, y saber que todos seguían  con sus días tranquilos  y cálidos.


Involucraba salir  poco a poco, escuchar una canción a todo volumen mientras iban por tu medicamento y que se preocuparan por cómo me sentía. No sé se provoque lástima, espero que no. Desesperación, mucha desesperación y con ello la lección de ser paciente. 

Involucra ahora construir todo lo que había hecho para mí, o volver a hacer desde lo cimentos algo nuevo, pues la asfixia de mi corazón no sigue la ambición de mis piernas, la fuerza de mis brazos no puede ahora continuar tan fácil mis ganas de realizar algo. 
Todo lo había dejado, no tenía caso pensar en eso, no quería pensar en eso, no. Simplemente no. 
Pero tenía que enfrentar por última vez los recuerdos de pensamientos que no podía controlar y que me quitaban el sueño.


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