No es venganza, es ironía.
¿En qué clase de sociedad vivimos?
Las nuevas generaciones tan errantes se ven en las calles en un ir y venir,
todos, cada uno con esa velocidad, ansiedad de salir y mantener un ritmo de vida social llena de expectativas que crearan un status.
Nada del otro mundo, nada novedoso, excepto solo que cada vez ese sector de "juventud" se extiende -o tal vez baja- a individuos de menos de 15 años, y ahí andan en las plazas, en las calles esperando ver a su grupo para poder crear una nueva iniciación en la vida pública de esta sociedad.
Hombres que se ven para cerrar negocios, mujeres que platican su vida con su mejor amiga, vendedores de rosas, mujeres que venden artesanías y niños que piden dinero.
pero...
¿Qué pasaría sí la venganza de los oprimidos y frustrados se realizara?
Podría imaginar como ahora las cosas se llevarían al revés, sin responder un orden, solo un sentido con una simbología en la que la decisión de cada persona en su dualidad del pensamiento ocurriría.
Los vendedores probablemente nos quitarían las pertenencias que ellos mismos han hecho o que pueden hacer; y esos niños que nos piden dinero por caridad, se burlarían de nosotros porque ahora ellos derrocharían riqueza, dinero.
Cuerpos torpes caminarían entre las plazas con la ilusión de encontrarse con sus grupos de intereses sociales (dígase a los "jóvenes").
Los hombres que siempre han mostrado tanta masculinidad, ahora podrían ser sensibles ante aquellas insignificancias, una clase de sentimiento misterioso los invadiría y comenzarían a dramatizar y exagerar las cosas. Para mal de males tendrían que lidiar con aquellos dolores de cólicos que los dejaría con un dolor tan horrible que no desearían salir siquiera de sus camas, premiarían al que trabajara en tales condiciones, y eso sería cada 28 días...
Después de comprender un poco esa feminidad, entenderían y aprenderían la elegancia y el riesgo de como debe vestir una mujer , sin escotes, ni nada que pueda ser provocativo, nada que incite una violación, un abuso sexual y la repulsión, la realización de actos pervertidos que puedan crear, para deteriorar la belleza y elegancia de una mujer, ahora todo ocurriría en los hombres.
Después de miles de años los muertos se levantarían de sus tumbas, las cenizas resurgirían y toda descomposición entre nosotros regresaría no como una venganza, sino como una lección irónica en la que nos harían encontrar las soluciones aquellas enfermedades que tememos,a las que no les hemos encontrado la cura, y ellos lo solucionarían.
Y si tu tenías un muerto perdido, deberías de olvidarlo porque ellos no regresarían para servir a nuestros afectos, sino para hacernos ver más allá dela muerte, la esperanza de un mundo fuera de nuestras manos para ponernos en nuestro lugar, golpearnos ante la realidad de a vida y vivir realmente.
[Continuará...]
Las nuevas generaciones tan errantes se ven en las calles en un ir y venir,
todos, cada uno con esa velocidad, ansiedad de salir y mantener un ritmo de vida social llena de expectativas que crearan un status.
Nada del otro mundo, nada novedoso, excepto solo que cada vez ese sector de "juventud" se extiende -o tal vez baja- a individuos de menos de 15 años, y ahí andan en las plazas, en las calles esperando ver a su grupo para poder crear una nueva iniciación en la vida pública de esta sociedad.
Hombres que se ven para cerrar negocios, mujeres que platican su vida con su mejor amiga, vendedores de rosas, mujeres que venden artesanías y niños que piden dinero.
pero...
¿Qué pasaría sí la venganza de los oprimidos y frustrados se realizara?
Podría imaginar como ahora las cosas se llevarían al revés, sin responder un orden, solo un sentido con una simbología en la que la decisión de cada persona en su dualidad del pensamiento ocurriría.
Los vendedores probablemente nos quitarían las pertenencias que ellos mismos han hecho o que pueden hacer; y esos niños que nos piden dinero por caridad, se burlarían de nosotros porque ahora ellos derrocharían riqueza, dinero.
Cuerpos torpes caminarían entre las plazas con la ilusión de encontrarse con sus grupos de intereses sociales (dígase a los "jóvenes").
Los hombres que siempre han mostrado tanta masculinidad, ahora podrían ser sensibles ante aquellas insignificancias, una clase de sentimiento misterioso los invadiría y comenzarían a dramatizar y exagerar las cosas. Para mal de males tendrían que lidiar con aquellos dolores de cólicos que los dejaría con un dolor tan horrible que no desearían salir siquiera de sus camas, premiarían al que trabajara en tales condiciones, y eso sería cada 28 días...
Después de comprender un poco esa feminidad, entenderían y aprenderían la elegancia y el riesgo de como debe vestir una mujer , sin escotes, ni nada que pueda ser provocativo, nada que incite una violación, un abuso sexual y la repulsión, la realización de actos pervertidos que puedan crear, para deteriorar la belleza y elegancia de una mujer, ahora todo ocurriría en los hombres.
Después de miles de años los muertos se levantarían de sus tumbas, las cenizas resurgirían y toda descomposición entre nosotros regresaría no como una venganza, sino como una lección irónica en la que nos harían encontrar las soluciones aquellas enfermedades que tememos,a las que no les hemos encontrado la cura, y ellos lo solucionarían.
Y si tu tenías un muerto perdido, deberías de olvidarlo porque ellos no regresarían para servir a nuestros afectos, sino para hacernos ver más allá dela muerte, la esperanza de un mundo fuera de nuestras manos para ponernos en nuestro lugar, golpearnos ante la realidad de a vida y vivir realmente.
[Continuará...]
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