No te quedes conmigo
Te
diré porque no podemos estar juntos:
La
sinceridad no es parte de una relación como la que deseo, eso no existe,
igualmente no quiero que seas siempre honesto conmigo, sé que tienes plena
libertad y que la usas tanto como yo, y hay cosas que no quiero escuchar, pero
igual debería para así entender los límites y dejarte ser simplemente.
No
quiero amarte, no quiero darme cuenta un día de que ya eres parte de mí, que he
dejado que rebases esos límites en los que aceleras mi corazón y sonrío todo el
tiempo, y aunque eso es cierto cuando pienso en ti, no quiero que eso siga
ocurriendo, mejor ven y decepcióname de una vez.
No
quiero enfrentar las situaciones y darme cuenta de que tu no las enfrentarás.
No quiero dar esa parte de mí, que tal vez debería ser incondicional, simplemente
no quiero darme cuenta de que de nuevo me estoy entregando por completo.
Quiero
que las cosas acaben rápido, quiero que si me vas a decepcionar sea enseguida,
quiero decepcionarte lo más rápido posible diciéndote con esto que soy lejana,
obstinada, celosa, egocéntrica, inmoral, posesiva, con malos hábitos de
limpieza y comida, que soy criticona y gritona, que soy burlona, que me enojo
con facilidad y con esa facilidad se me va el enojo, qué estoy al pendiente y
que soy curiosa. Qué no soy tu madre para protegerte o decirte qué está bien o
está mal, qué igual un día tendré un desliz por ahí, que suelo escribir lo que
me provocas sea bueno o malo, y que soy muy quejumbrosa.
No
tengas nada conmigo, porque soy una mentirosa, porque, aunque puedo guardar un
secreto, habrá cosas que no podré olvidar.
No
te quedes conmigo, porque no suelo discutir enojada, porque suelo decirte lo
que pienso en mensajes o cartas, porque seré fría en muchas ocasiones y otras
tantas solo querré que te quedes callado.
No
te quedes conmigo porque a veces pienso que es algo meramente físico, que me
gusta tocarte, olerte, besarte, saborearte. No te quedes porque querré que te
duermas a mi lado y querré abrazarte y tomarte fotos y serás parte de mí y yo
de ti. No te quedes porque sabré que tus besos son míos o son robados, porque
sé a lo que sabe la traición y sé cuando llegue ese momento no sabré que hacer.
No
te quedes con estos sesenta kilos, estos huesos chuecos y estos pequeños pechos
que no ofrecen nada, solo son buenos para cuando quiero, pero no lo serán a tu
placer.
No
te quedes porque no te haré reír, tal vez pueda hacerte llorar, pueda hacerte
enojar, pueda hacer que quieras huir y gritar. Arruinaré varios chistes y puedo
ser tosca en lo que digo y también imprudente. Porque nunca entiendo lo que haces,
pero sí entiendo lo que dices.
No
te quedes conmigo, porque tus dudas son las mías, porque soy optimista y a
veces pienso que seguro la pasaríamos muy bien, pero eso no es garantía para
que sea cierto. No te quedes conmigo porque te aseguro que es más cómodo que
sigamos teniendo estas dudas, estas inquietudes, estos miedos, a qué en
realidad podamos disfrutar pedacitos de felicidad que pueden salir bastante
caros.
No
te quedes conmigo después de haber leído esto, y no hablarme enseguida a decirme que quieres
que estemos juntos a pesar de todo esto que te he dicho.
Comentarios
Publicar un comentario