Evaluación de los meses

Me va explotar la mente de emociones instantáneas en momentos indeseados. Aun no comprendo lo que es vivir y esa extraña y ambivalente forma de amar y ser feliz, que al parecer no van de la mano y sí.

La risa que otorga el momento incómodo y esa adrenalina suficiente para cerrar el puño y golpear a alguien muy fuerte en la cara y no parar hasta verle sangrar, hablo de esas riñas callejeras, a las que no les hizo falta mucho para que explotara lo que había juntado en los últimos días.
Ese deseo impulsivo de imaginar gente desnuda y crear cuerpos cerca de ti para lo erótico y para lo desagradable. Amorfo, así es como te sientes y no importa mucho porque en realidad te gusta sentirte así, porque solo así encuentras la extraña forma de bailar a un nuevo ritmo, con esos tentáculos que salen de mi cabello, mi cintura rota, mis piernas de cemento y mis ojos caídos. Por qué no soy la que ven, sino la que piensa que se ve así porque nadie sabe que es lo que en sí son.

Como cuando el corazón esta triste y cansado, rabioso y rencoroso, advertido de los peligros y aun así sin fuerzas se avienta a situaciones absurdas, sabiendo que las preguntas existencialistas de tu prisión camuliana estarán en mis sueños convirtiéndose en pesadillas.

Saliendo de clase para inexplicablemente querer saltar y darte cuenta de que estás feliz y que desde hace mucho que no te sentías así, porque ya no lo planeas, porque ya no es seguro, porque te has olvidado de cómo era el tener alguien cerca y no junto, que te hacía sentir seguro.  Y así también te das cuenta que no eres tan absurda como pensabas o cómo te habían hecho creer, que después de mucho tiempo de estar sola contigo te das cuenta de que eres una persona valiosa, que aunque no cambias el maldito mundo podrido de gente idiota y terca, sabes que al menos eres tú misma  tu persona favorita para apoyarte a ti y para apoyar a quienes más quieres y quieren [nota importante].

Pintas en las paredes de nuevo y sonríes porque lo que habías dejado de hacer por amor, lo retomas de nuevo solo porque te vuelves a sentir con esa cosquilla que pinta una sonrisa espontanea en tu cara y de la nada te das cuenta que vuelves a ir a fiestas y estás desintoxicada de toda esa mierda de miedo que te metieron por el culo.

Caminas por las calles y escuchas los piropos acosadores que habías huido por años por razones que no eran razones, y aprendes de nuevo a reírte de esas cosas tontas que te dicen en la calle y que no te afectan más,  porque por alguna razón desconocida te sientes fuerte o preparada para seguir.

Sí, tal vez te falta mucho para poder tomar el valor de las decisiones más fuertes de tu vida, esas que como la última te hacen llorar aun en la noche y te preguntas como hubieran sido las cosas si hubieras actuado diferente, con más paciencia, más comprensión. Falta mucho para poder tomar un poco del carácter de esas personas que cortan las cosas de tajo, pero no eres así y nunca lo serás, y si llegas a hacerlo debes de comprender y dejar ir como todo lo demás pero te aseguro y te recuerdo sobretodo que no es nada fácil.


Sabes… solo puedo decirte, busca lo que te haga sentir cómoda, y lo demás ya lo tienes. Nada de lo que tienes ahorita fue fácil, tu escuela, tus amigos, tu familia, tu trabajo, tu deporte, tu relación… nada. Y te ha costado mucho trabajo, pero igual en algún momento lo disfrutaste y ya pasó. 

Atentamente: 
Paulina de 21 años a 2 días de cumplir 22 




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