Desde que entre a jugar futbol americano

Desde que entre a jugar futbol americano

Es mi primer temporada, la inicie hace algunos meses atrás. La verdad cuando decidí meterme no esperaba nada de lo que me ocurre ahorita. Entré con una idea de poder jugar en un deporte rudo que me hiciera canalizar un poco mi frustración ante varias situaciones de mi vida y me gustaba la idea que de alguna forma existiera un grupo de chicas que estaban dispuestas a entrenarse para sacar lo mejor de ellas en un deporte que exigía la objetivación del contrincante.
En las primeras semanas no tenía ni idea de a quien hablarle, me fije muy bien en las chicas, algunas con una complexión muy delgada y otras más grandes y robustas. El acondicionamiento físico era pesado en esos días pero me gustaba la idea de retomar mucho mi esfuerzo para poder estar al nivel o al menos tratar de estarlo, y fui conociendo chicas que ya tenían desde tres temporadas hasta siente temporadas de ya de veteranas y que se veían en excelente forma.
La chica a quien le empecé a hablar en un principio me divertía mucho, maso menos de la misma complexión que yo y con una actitud muy alegre que no me molestaba como en las demás personas normalmente. Aunque un tanto menor que yo, se me hace una chica muy especial y madura en aspectos de su vida.
Poco a poco fui conociendo a las demás, entre unas fiestas, entre comentarios, convivios, y más entrenamientos, chistes y algunos dolores y situaciones que se dan dentro del mismo entrenamiento.  Así también entendí como la otra parte del trabajo en equipo y la congruencia de este mismo. Sí sí sí, mis coach son exigentes, y saben … ¡me encanta! Si no lo hicieran realmente me sentiría decepcionada, sé que lo hacen por mantener un ideal del equipo, por nuestro bien, para hacernos sentir valiosas aunque no tengamos ni puta idea de lo que  hacemos en ocasiones.
Y si también son guapos, más en específico uno que me gusta mucho pero sé que no está interesado y la verdad yo tampoco, solo me gusta y ya. Igual algunas chicas tienen alguna relación con los coach y es completamente respetable. Igual hay frases que nos dicen que me han hecho pensar bastante, nuestras actividades no son ajenas a nuestras vidas, el enfrentarte en matador y salir volando de nalgas, literal me ha hecho pensar que  no es la única situación que me ha tirado. El saber cómo enfrentarte a tu oponente me hace pensar y organizar mis cosas, el no sentir miedo por lo que va a pasar ahora, el entender que debo defender mi posición y saber moverme con habilidad ante las diferentes situaciones… y sigo hablando de futbol.
Conocí en especial a tres chicas que me han contado su historia, algunas ya son madres y están ahí, entrenando con sus hijos, entrenando con todas las ganas y sorprendiéndose de lo que son capaces de hacer en el equipo, y yo la verdad las admiro mucho. Otras aún son pequeñas, algunas ni siquiera tienen la mayoría de edad, pero igual aunque debo admitir que las subestime un poco, ahora entiendo que son mi gran apoyo y que están ahí creyendo en mi y en mi trabajo,
apesar de las  derrotas como equipo o triunfos, realmente he conocido el valor de poder confiar en alguien que confía en ti sin siquiera conocerte y saber con certeza que solo así funcionan las cosas por completo. Saber que la chica que está a mi lado en ese momento de entrenamiento, en el momento del partido, en la cancha y en la banca; confía y confiará en mí porque yo de alguna forma también confío en ella y por eso salimos adelante.
Estas chicas tienen tanta confianza y seguridad en ellas que realmente no dejan de sorprenderme y sé que si alguien más las conocieran se sorprenderían también, es por eso que me enojo cuando una tiene problemas o me da tristeza que una ya no pueda ir, porque sé que se mereaba un poco en un principio, me han sorprendido bastante, pues ahora hago un excelente equipo con ellas y son muy divertidas.
No sé si ellas piensen lo mismo que yo sobre el equipo o si sientan lo mismo, realmente no es como lo más importante, porque muy pocas personas entenderán que a pesar de nuescen un lugar y se merecen alguien que las valore y que las quiera y que les recuerde lo geniales que son. Pero claro, ellas algunas veces no se dan cuenta de esto, como todos los humanos que nos olvidamos de lo que realmente somos y empezamos con nuestras crisis existenciales
Entonces…
Hablar de mi equipo creo que es de las pocas cosas que realmente me ponen feliz, el pensar que las veré el fin de semana para salir a un lugar a un partido, o que las veré en el entrenamiento y que me darán todo lo que tienen porque así todas vamos a crecer en el mismo equipo es lo que me llena, saber que nadie se pone límites y que ahí estarán como mi barrio respaldándome… o mejor, siendo mis hermanas en el juego.



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