Juro solemnemente que no pasará

Ella sonreía al momento de limpiar las migajas que caían de su boca  y también la forma en la que él le ordenaba las cosas.

También hacía con resignación cada una de las tareas del hogar  y la limpieza de los objetos personales.

Ordenar las corbatas de su esposo y limpiar los cuadros, el de su título que le costó 4años y que  ahora lucía espléndidamente en su casa y  los de sus  diplomados que le habían costado tanto trabajo, los miraba como un sueño lejano mientras limpiaba para que su casa estuviera limpia.

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No podía soportar la idea de continuar así  su vida, la forma en la ahora me pide que me levante para apagar  la luz de la lámpara que está a un lado de él. El poner mermelada a un pan por la incapacidad, o el cocinar preparar y limpiar todo el procedimiento para comer. 
Seguir escuchando la esclavitud de ser una mujer y ser la que tendría que preparar las cosas de cierta manera, por lo mismo vestir para que me vean de cierta forma y además sonreír  para que no piensen más de lo que debían pensar.
Seguir la etiqueta de lo que deseaban que fuera y la belleza de  lo que se consideraba estético en algún tiempo para el gusto de alguna persona.
Pensar por cuenta propia solo va para escribir cosas que jamás deberán de ser vistas  o comentadas. 
¿Quiénes son ellos?
Por qué quieren que sea así si ni ellas mismas son felices.
Cuando me doy cuenta de que las mujeres han sido menospreciadas en sus labores y como si fuera una condena el seguir esperando un cumplido no por quien eres sino por lo que haces para alguien más.
No estoy dispuesta a soportar esa repetitiva historia de cómo ser una señorita y como llegar a convertirme en la señora de la casa.
No estoy dispuesta a casarme con alguien para despertarme todos los días con el pensamiento de "¿qué haré de desayunar?" en vez de pensar lo feliz que soy a su lado y lo feliz que es él por estar conmigo.
No estoy dispuesta y no permitiré que en algún momento y sin darme cuenta esté limpiando el patio y piense que es lo que las demás personas hacen mientras yo estoy atada a esa casa.

Porque sé que ya no se trata de que una mujer siga siendo la persona que limpiando la casa y se quede con las piernas abiertas para que su esposo pueda sentirse feliz después del trabajo que hizo durante todo el día al igual que ella.
Tampoco se trata de que alguno de los dos tenga que cambiar sus pasiones para que el otro se sienta feliz y seguro.

"La preciosidad de ser la persona perfecta para otra persona perfecta "

No creo que exista mujer más feliz que la que tiene por pareja a una persona feminista con ella, pues no es cuestión de defender a la mujer o de decir que ella es mejor, sino de buscar esa igualdad y esa comprensión que es difícil de concientizar cuando nos enseñan a hacer ciertas cosas o a ser de cierta  manera por una distinción de sexos.

Las mujeres no vamos atrás de un hombre o debajo, adelante o encima. No somos la “otra” persona que necesita estar a fuerzas con alguien,  porque sabemos ser igual de independientes, pero si una ha decidido compartir contigo un poco de su camino, no veo porque no ha de ser bello que ambas personas vayan de la mano respetándose, comprendiendo, aprendiendo y amándose diariamente.

Si a las mujeres no educaron para respetar a los hombres porque los hombres no iban a respetar a las mujeres.


“El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.”

―Simone de Beauvoir





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